No lo hagas. No se si es la forma de pedirtelo, pero NO LO HAGAS! Esto duele, sabes? no es algo que esperaba de vos.... El resto no me importa lo que piense, pero vos... Esperaba q entendieras....
Alguna vez te pusiste a pensar por qué lo hago? A qué me aferro? Qué significa para mí?
No, no me juzgues otra vez. No me lo contestes ahora. Primero hagamos algo. Te propongo un juego, te parece?
Cerrá los ojos. Tratá de pensar como yo. Tratá de que tu alma sienta igual que la mía.
¿Lo sentís?
Shhhh. No hables. No todavía.
Imaginate que sos yo, por un minuto. Imaginate lo que siento cuando se acerca. Cuando me habla. Cuando se ríe. O cuando llora. O cuando necesita un consejo.
Ahora pensá en todo lo que pasamos, todos estos años. Las distancias, las ausencias, los rencores. Los sincericidios. ¿Te parece que fue facil? ¿Tenés idea de cuánto tiempo pasó hasta que le dije toda la verdad? ¿Acaso no te imaginás las noches que pasé sin dormir sintiendome la peor de todas por haberle mentido?
No me juzgues, por favor, no lo hagas. Nunca hubiera esperado eso de vos....
Y tu culpa? Te olvidas que también estabas ahí? Acaso vos le dijiste la verdad, alguna vez? O acaso estás tratando de lavarla diciendole que no valgo nada?
No me juzgues, por favor, no lo vuelvas a hacer. No me lastimes más.
No era eso lo que esperaba de vos....
