A mi soledad le faltan tus sonidos. Tu andar misterioso. Tu silencio de hielo.
A mis lunas les falta tu mirada. Tus abrazos fugaces. Tus caricias urgentes.
A mis madrugadas les faltan los botones de tu camisa. El calor de tu pecho en mi espalda. Los suspiros entrecortados de tu aliento.
A mis atardeceres les falta tu perfume. El café compartido en el balcón. La precisión de tus manos buscando lo indebido.
A mis días les falta la solidez de tus intentos. La ansiedad de tus ojos observandome a lo lejos. Y tu respirar ardiente acompañando cada beso.
A mi soledad le sobra tu ausencia. Le falta sosiego. Y le sobra deseo.