-Ud. se ha comunicado con la casilla de mensajes de .......
-Qué bueno que no atiendas. Si, en serio, es bueno. Porque no tendría el coraje de decirte una sola palabra sin desviarme de tema. Anoche estuve pensando en vos... en nosotros (nosotros?, suena raro.... ni siquiera sé si hay un "nosotros"), en todo esto. Y la verdad, esa es la pregunta que se me cruza constantemente. ¿Qué es ésto? ¿Qué estamos haciendo? ¿Adonde queremos llegar? (¿Tenemos pensado llegar a algún lado? ¿O solo nos dejamos llevar?) A veces siento que construimos un castillo en el aire. O que jugamos con pompas de jabón. Lo vemos volar, pero no sabemos hasta cuando. No sabemos si va a perderse en el tiempo, si va a desvanecerse con una tormenta, o si simplemente se va a convertir en un buen recuerdo.
Estoy desvariando, ¿no?, por eso era bueno que no atendieras...
¿Te puedo preguntar algo? ¿Qué tipo de secretos serías capaz de contarme? ¿Tenés confianza como para eso?
Acaba de ocurrírseme que quizás estés jugando, y yo sea una pobre ilusa. Ojalá no supieras de mi debilidad. Ojalá no estés jugando conmigo. Y si fuera así, aunque me duela, nada va a lograr que me olvide de tu voz en el telefono.
Buen viaje, espero no extrañarte mucho.
