sábado, 8 de enero de 2011

No hay caso. Una pendejada no deja de ser una pendejada. Y sobre todo, es una que me molesta. Mucho. Demasiado me molesta. Trato de pensarlo y repensarlo, y no me sale. No le encuentro la vuelta. El sentido. La explicación. No lo aguanto. Y te lo diría, sabés?. Con todas y cada una de las letras de mi enojo. Golpeando cada tecla para descargar la rebelión que me provoca saber que no puedo cambiarte. Que vas a seguir siendo igual de pendejo conmigo o sin mi. Porque, aunque me cueste reconocerlo, me equivoqué con vos.

Pero no puedo decirtelo, sabes? Porque, como siempre, no estás ahí para leerlo. Y menos para escucharlo.

I'm sick and tired of your attitude, I'm feeling like I don't know you........