jueves, 24 de marzo de 2011

Una noche mas de ausencia incontenible, en la que tus palabras giran en mi cabeza, descontroladas por el viento otoñal que las mezcla y las pierde en las sombras del olvido.

Una noche mas en que sobrevivir es la única opción para los seres desolados que sueñan con el lugar y la hora en que su corazón volverá a brillar bajo la luz de un nuevo destino.

Una noche más que agita y desgasta mis mas hondos anhelos de perfección, decepcionados por la certeza de que nada será suficiente para vencer las implicancias de las decisiones tomadas a merced de los caprichos de dos almas desesperadas.

Una noche más en que los minutos se convieten en alfileres que atraviesan mi piel a la espera de una sola línea escrita por tus dedos.

Una noche más en que la distancia convierte en necesidad esta ansiedad de amarte sin medida.

Una noche más en que la nicotina es el único alivio para el dolor que provoca la imposibilidad de pertenecer al paréntesis de realidad que creamos buscando cerrar puertas y ser nosotros por un instante.

Una noche más... Una de tantas... Triste. Solitaria. Inolvidable.