miércoles, 9 de octubre de 2013

Miles de palabras se agolpan en mis dedos intentando describir este momento. No son devotas. Ni alegres. Ni siquiera se asemejan al amor.

O quizás si. Quizás se asemejen al amor porque no me entra en el pecho la alegría que me genera la eterna devoción que inspira tu presencia.

O tal vez sea más que eso. No lo sé. No puedo describirlo.

Miles de palabras se agolpan en mis dedos. Y no. No puedo describirte lo que siento.

No cabe en ninguna emoción tu fortaleza. Tu determinación. Tu admirable capacidad de ser y de vivir.

Miles de palabras pugnan por ser escritas, pero sólo una se impone victoriosa a este torrente que busca derramarse y no encuentra cauce.

Sólo una.

VOLVISTE.