viernes, 7 de enero de 2011

Diez años

Diez años contando los minutos sin tus ojos. Las horas sin tus palabras. Los días sin tu aliento. Los meses sin tus sonrisas. Los años sin tus sueños.

(Te acordás del día que le pediste permiso a mi papá? Siempre me gustó eso de vos. Eras tan formal, tan tímido. Mi viejo se enteró antes que yo de lo que sentías. Y hasta te puso condiciones para salir conmigo. Y vos, como si nada, las aceptaste. Y las cumpliste)

Diez años pensando en volver a verte. En volver a escucharte. En volver a sentirte.
(Te acordás de las mateadas en el depto? Qué lindas eran. Cuanto que nos divertíamos. Y de que no dejábamos títere con cabeza? Te acordás también? Nos pasabamos tardes enteras hablando de los bueyes perdidos de las vidas ajenas....)

Diez años de ausencia infinita. Creyendo desfallecer en cada suspiro. Soñando con tus silencios. Esperando que se cumplan nuestros sueños. Que se posterguen nuestras realidades. Que la vida nos de las chances que nos negó.

(Te acordás de nuestra última charla? Cuando me dijiste que tenía todo listo en tu casa. Que tu hermano se moría por verme. Que tu vieja hasta me había hecho una mini torta de cumpleaños. Que me habías dejado una cajita abajo de la almohada de tu cama. Que lo único que tenía que hacer era decir que si cuando la abriera)

No encuentro palabras para decirte cuánto te extraño. O cuanto lamento que ya hayan pasado diez años. O simplemente para decirte que sí. Que no debiste tener miedo de preguntarmelo mirandome a los ojos. Que mi amor por vos me hubiera prohibido negarme a la posibilidad de pasar el resto de nuestras vidas juntos.

Lástima que el destino quería otra cosa. Y vi el anillo cuando ya no podía decirte que te amaba. Y el resto de mi vida fue mucho mas largo que el resto de la tuya. Y tuve que verte cuando vos ya no podías verme. Y tuve que ser fuerte para despedirte sin querer hacerlo. Sin poder darte un solo beso.

Te extraño, nene. Muchisimo. No puedo creer que ya sean diez años de vivir sin vos. De llorar mares de lagrimas porque no pudimos cumplir nuestros sueños. Quiero que sepas que te amé. Que siempre vas a ocupar un lugar sagrado en mi corazón. Que agradezco infinitamente haberte conocido. Que mis besos nunca se van a olvidar de los tuyos. Y que esta noche, como cada 7 de enero, voy a mirar tu estrella a las 23.50, y voy a recordar los momentos hermosos que vivi a tu lado.

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